domingo, 18 de marzo de 2012

Reflesion






E
l segundo y tercer encuentro en el piso de nuestro amigo Ant fueron cada uno más interesantes pues nos conocíamos mas ya íbamos derechos al grano pues Ca no necesita muchos preliminares lo que buscábamos los tres es morbo y darle placer al cuerpo de mi esposa,  es en el que nos empleamos más a fondo pues solíamos estar liados con ella sobre las dos horas, con intermedios del tiempo de fumarse ella un cigarrillo claro, estos encuentros nos servían al matrimonio para cargarnos las pilas es decir después de veinticinco años casados nuestros cuerpos nos pedían continuar con la llama del deseo viva. Desde que nos casamos fuimos cultivando nuestra sexualidad de una forma liberal en el sentido de que nuestras fantasías y deseos se llevaran a cabo con el beneplácito y placer de los dos, para nosotros el sexo lo tenemos en una escala que oscila entre el cincuenta y el sesenta por ciento de nuestra forma de vivir, en la vida sexual nuestra esta siempre por delante la relación de pareja la cual se basa en la sinceridad y las reglas  que nos impusimos mutuamente las cuales ya os contare en otro apartado,  además  con el paso del tiempo y la experiencia acumulada a parte de conocer los gustos de nuestra mente hemos llegado hasta aquí en la que por ejemplo a mí  me encanta hacerle el amor a mi esposa, es decir follarla de forma suave lenta sintiendo todo el placer de la penetración, como el calor y la humedad del coño empapan mi polla, como se excita más se le escapan los gemidos, me atrae con sus piernas para sentir la perforación más intensa como queriendo más, cuando me dice dale fuerte que me corro me paro y le doy más despacio alargando el momento, me matas de placer dale necesito correrme ummmmm dale fuerte por favor, me resisto y sigo despacio y hasta el fondo, hasta que consigo un orgasmo de ella muy intenso llegamos al cielo, eso es, a esto después le añadimos el picante de las relaciones con otros que es ya donde follamos de verdad, en este punto es donde entran nuestros amigos como Ant al cual me encanta visitar pues es el que hace que mi esposa folle de verdad y con dos pollas a su disposición, es donde le damos el morbo necesario para mantener esa llama viva. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario